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מארי

EL CRISTO

La palabra Cristo se deriva del griego KRISTOS y significa ungido. Es idéntica a la palabra Mesías. La palabra “Cristo”, no se refiere a ninguna persona particular: todo ungido es un Cristo. Cuando esta palabra va precedida del artículo “EL”, indica una personalidad determinada, y esta personalidad no es otra que la de uno de los miembros de la Trinidad, el Hijo, que tuvo la gloria con el Padre-Madre, antes que los mundos se hubieran formado.

Según las enseñanzas de todos los antiguos maestros, este Hijo es el Amor, de modo que Cristo es Amor, y el Amor es Dios, ya que Dios es Amor.

Otro escrito notable, encontrado en el portafolio Akáshico de LEVI da la idea más clara posible del Cristo, o Amor de Dios. Se presume que este manuscrito es transcripción directa del Archivo Akáshico y su importancia justifica que lo publiquemos en su totalidad a continuación.

"Antes de la Creación, el Cristo caminaba con el Padre Dios y con la Madre Dios en Akasha".

El Cristo es el hijo, el hijo único del Dios Omnipotente, del Dios de la Fuerza: y del Dios Omniciente, del Dios del Pensamiento: y el Cristo es Dios, el Dios de Amor.

"Sin el Cristo no hubo luz. Por amor se manifestó toda vida, de modo que por medio de él se hicieron todas las cosas y nada fue hecho en la formación de los mundos y en el poblar de los mundos, sin el Cristo".

“Cristo es el LOGOS (palabra) del Infinito, y sólo por medio de la palabra se manifiestan la Fuerza y el Pensamiento".

"El Hijo es llamado Cristo, porque el Hijo, el Amor, el Amor Universal, fue puesto aparte, destinado a ser el Creador, el Amo, el Señor, conservador y redentor de todas las cosas, de todo lo que es y de todo lo que será”.

“Por el Cristo tomaron sus sitios en sus planos de vida, el protoplasma, la tierra, la planta, la bestia, el hombre, el ángel y el querubín”.

“Por el Cristo ellos se conservan. Y si caen, es el Amor que los levanta, y si se venden al error, es el amor que los redime".

"Ahora bien, el Cristo, el Amor Universal compenetra todos los espacios del Infinito, de manera que no hay límites para el Amor".

“A cada mundo, estrella, luna, sol, fue enviado un espíritu maestro procedente de este Amor Divino. Y todos ellos fueron plenamente ungidos con el aceite de la ayuda (servicio) y cada uno de ellos llegó a ser un Cristo".

"Todo glorioso en su majestad es Cristo que extiende el ropaje blanco puro del amor sobre todos los planos de la tierra: el Cristo de la tierra, su cielo, sus tumbas".

"Con el curso del tiempo, el protoplasma, la tierra, la planta, la bestia, vendieron al error sus derechos congénitos. Pero el Cristo estuvo presente para redimirlos".

"Oculto en el sitio más sagrado de todo el Infinito está bajo llave el rollo que contiene la expresión de los propósitos de Dios, del Dios Trino y Uno, y allí leemos:

"La Perfección es la finalidad de la vida. La semilla, es perfecta en su vida embrionaria, pero está destinada a desarrollarse, a crecer".

“Estas semillas que fueron los pensamientos de Dios, sus visualizaciones fueron depositadas en el útero de cada plano; semillas de protoplasma, de tierra, de planta, de bestia, de hombre, de ángel, de querubín, y los que sembraron las semillas, por intermedio de Cristo, les ordenaron que crecieran y que, en final de finales, por el esfuerzo de años innumerables, regresaran al gran granero del pensamiento (visualización), cada una perfecta en su especie".

"Y en las bendiciones sin confines del Amor, el hombre fue hecho el amo, el Señor del protoplasma, de la tierra, de la planta, de la bestia; y el Cristo proclamó: El Hombre tendrá pleno dominio sobre todo lo que esté en esos planos de vida. Y así fue”.

"Y quien dió este señorío al hombre declaró que tenía que ejercerlo por medio del amor".

"Pero el hombre se volvió cruel y así perdió su poder de gobierno. Entonces el protoplasma, la planta, la tierra, la bestia llegaron a ser enemigos del hombre. El hombre perdió su herencia, pero el Cristo estuvo presente para redimirle".

"Pero el hombre había perdido la conciencia de lo que era derecho: ya no pudo comprender lo ilimitado del Amor. Ya no pudo ver sino el egoísmo y las cosas del ego, pero el Cristo estuvo presente para buscar el extraviado y salvarle".

Con la finalidad de que pueda estar cerca del hombre en todos los caminos de la vida, para que el hombre pueda comprender el espíritu poderoso del Amor, el Espíritu de la tierra el Cristo de esta tierra se manifestó a los ojos y a los oídos humanos encarnándose en personas puras, preparadas por muchas generaciones para ser morada adecuada del Amor.

Así el Cristo manifestó el poder salvador del Amor. Pero los hombres pronto lo olvidaron, de modo que el Cristo tuvo que manifestarse otra y otra vez. Y desde que la semilla llamada hombre fue depositada en esta tierra y tomó forma corpórea, el Cristo se ha manifestado en forma corpórea al comienzo de cada Edad.

                                                        Levi Dowling

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