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מארי

LOS PRINCIPIOS DE LA VERDAD SON SIETE. EL QUE COMPRENDE ESTO PERFECTAMENTE, POSEE LA CLAVE MÁGICA ANTE LA CUAL TODAS LAS PUERTAS DEL TEMPLO SE ABRIRÁN DE PAR EN PAR

El TODO es Mente; el universo es mental.  “Este principio encierra la verdad de que “todo es mente”. Explica que el TODO, que es la realidad sustancial que se oculta detrás de todas las manifestaciones y apariencias que conocemos bajo los nombres de “universo material”, “fenómenos de la vida”, “materia”, “energía”, etc., y en una palabra, todo cuanto es sensible a nuestros sentidos materiales, es espíritu, quien en sí mismo es incognoscible e indefinible, pero que puede ser considerado como una mente infinita, universal y viviente. Explica también que todo el mundo fenomenal o universo es una creación mental del TODO en cuya mente vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.


Hoy es un tiempo en que el conocimiento está por doquier, no es exactamente como en la famosa serie norteamericana Expediente X, que tenia como lema la frase “La verdad está ahí fuera”.

Ciertamente la verdad está ahí fuera, la verdadera verdad está dentro. Quien realmente se conoce así mismo es “invencible”, como decían los maestros del Tao.

Hoy no es tiempo de maestros que lo saben todo y te lo enseñan según su doctrina. Hoy es tiempo del verdadero maestro, el maestro interno, nuestro propio GPS personal que nos lleva allá donde debemos estar. Para no “desorientarnos” necesitamos tener un buen “programa” y estar bien conectados a niveles internos, ser coherentes y consecuentes con nosotros mismos y no desear a nadie aquello que no deseamos para nosotros.

Este es el primer principio, es el que nos va a unir nuestra Psique, con nuestra Physis y con nuestra Éter, es decir nuestra individualidad humana con sus partes: mental, emocional, física y espiritual. A partir de ahí el trabajo es nuestro. Duro trabajo. El conocimiento que necesitamos para nuestra evolución personal llega cuando estamos preparados, a todos los niveles, para recibirlo. Los principios de la verdad son siete: el que comprende esto perfectamente, posee la clave mágica ante la cual todas las puertas del Templo se abrirán de par en par.

                                                    El Kybalion

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